El olor del agua con la miel y el azúcar se vuelve irresistible para estos insectos, por lo que se meterán a la trampa solitos y no podrán salir. Sólo necesitas cambiarla cada semana, ¡y listo!
ESTOS SON LOS PASOS A SEGUIR:
1. Corta la boquilla de una botella de plástico, pero no la tires.
2. Vacía media taza de azúcar, una de agua y una cucharada de miel.
3. Luego, mete boca abajo la boquilla dentro del envase.
4. Cubre con un trapo oscuro y deja la boquilla descubierta.
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